La idea de la serie Mamás que me inspiran es dedicar un post a mujeres que voy encontrando en mi camino como «bloguera» y explicar qué es lo que admiro de ellas: su estilo de vida, el trabajo que realizan o las reflexiones que me sugieren. Todas son fuente de inspiración para mí y detenerme en ellas supone también un humilde acto de homenaje y agradecimiento.
número 1.
Se llama Inma
Vive en Zaragoza
Es la mamá de Daniel y Ainhoa
Su blog es Lamima
Empezó a escribirlo en 2006, cuando su hija pequeña tenía casi dos años, buscando
una válvula de escape; un lugar donde completar todos los sentimientos que bullen en mí y a mi alrededor. Donde observar la vida desde sus múltiples ángulos.
Me inspira porque…
LLegué a su blog en un momento bastante oscuro para mí. M. era todavía muy pequeñita y estábamos en plena vorágine de visitas y pruebas médicas para concretar cual era el orígen de su debilidad muscular. En mi angustia, yo pasaba mucho tiempo navegando por internet buscando posibles enfermedades que presentaran los mismos síntomas que tenía entonces mi hija. Una locura!
Acababa de estrenarme como madre y mi experiencia no era ni de lejos como había imaginado. Me costaba compartir cómo me sentía y no me veía reflejada en las madres recientes con las que podía hablar. Así que también buscaba en la red a otras personas que hubieran pasado por un choque similar al nuestro relacionado con la salud de su bebé. Necesitaba conocer cómo se manejaban con sus emociones y sus miedos pero, sobre todo, saber que ellas y sus hijos eran felices. Que tenían una vida familiar y social plena. Y así encontré a Lamima.
Hasta hace unos meses no tenía ni idea de lo que era la acondroplasia. Y una de las razones por las que admiro a Inma es por cómo afronta el tema, de cara. Al leer cómo ella lo explicaba entendí que había mucho trabajo personal y mucho amor detrás de sus palabras:
aquí tenéis el origen de todo: se llama Ainhoa, es mi segunda hija, mi princesa y tiene acondroplasia. No corráis a teclear en google, yo os lo aclaro: es enana.
No voy a entrar en este momento a describir lo que supuso para nosotros saber que ella era «especial». Como podréis imaginar, durante un tiempo nos vimos dentro de un túnel oscuro sin salida, sin consuelo. Quien tenga un hijo con problemas sabrá entenderme.
Afortunadamente hemos sabido y podido recapacitar, tomar aire y enfrentar el problema. Evidentemente nos queda mucho por asumir pero, como ocurre en estos casos, la experiencia de los demás te ayuda a caminar y a veces hay que dejar que el tiempo vaya poniendo cada cosa en su sitio.
Otra de las cosas que he aprendido a través de Lamima es a mirar la discapacidad desde el punto de vista social más que físico. Cuando Inma habla de Ainhoa subraya la importancia de esta perspectiva.
Yo no era del todo consciente de hasta qué punto el desconocimiento y los prejuicios van de la mano en la manera en que miramos y nos relacionamos con las personas. Las diferencias nos asustan. Y Lamima me hizo mirar de frente mis propios temores e ideas preconcebidas respecto a las dificultades que pudiera llegar a tener mi hija.
Estudié Antropología Social y se supone que «la diferencia» es nuestro objeto de estudio. Además, nuestra familia se maneja con esta cuestión desde antes de que naciera M. Y aún así yo misma recurría a los tópicos en relación al futuro de M., que imaginaba lleno de nubes negras.
Echar un vistazo al blog de Inma basta para darse cuenta de que hay mucha vida y mucha felicidad en esa familia de manera que, sí, ES POSIBLE.
En Lamima también se pone en primer plano la cuestión de la belleza, un tema que sugiere infinitos interrogantes. Son muchas las cosas que se podrían decir respecto a esto: que la belleza es relativa, que es una construcción cultural, que está en el interior, que nuestra sociedad la sobredimensiona… ¿Quién decide lo que es la armonía estética? Solo escribir sobre esto llevaría demasiadas líneas y ya me estoy alargando mucho. En cualquier caso, alguien se atrevería a decir que Ainhoa no es preciosa?
Solo como apuntes, otras reflexiones que me surgen leyendo a Inma: cómo abordar con nuestros hijos el tema de «su diferencia», sobre la vivencia de los hermanos y hermanas de un niño con discapacidad, sobre la importancia de las redes de apoyo o sobre el hecho de escribir un blog.
Una de las constantes del blog es la lucha contra el enanismo como espectáculo. Parece mentira que hoy en dia siga existiendo algo así y admiro la fuerza de esta mamá para combatirlo.
Lamima habla sobre la familia de Inma y también sobre las cosas que a ella le gustan y le hacen feliz (la lectura, el cine, los amigos, los libros ilustrados), sus intereses (el arte, la política), sus vías de escape (la naturaleza, ir a la montaña, la fotografía).
Para terminar, lo que Inma me respondió cuando le pedí que completara las siguientes frases:
LA MATERNIDAD ES… una parte de la vida. Seguramente la única capaz de sustituir lo que sería la nuestra.
MIS HIJOS SON UNA FUENTE DE INSPIRACIÓN PARA MÍ PORQUE… son dos personitas al margen de ser mis hijos. Y tienen sus intereses, sus filias, sus fobias… y me permiten, ambos, ver el mundo de otra forma.
UNA MAMÁ A QUIEN ADMIRO ES… por ejemplo Carmen Alonso Álvarez, coordinadora de la Fundación Alpe Acondroplasia, porque es un poco madre de todos los niños con acondroplasia que llegan a la fundación.
Pero también admiro a Inma, mama de Daniel, a Anamá madre de Violeta… y a todas esas madres de hijos diferentes que saben ponerse en marcha para ayudarles y que sonríen todo lo que pueden. Siempre.
(Todas las fotos que aparecen en esta entrada son del blog de Inma. Gracias por dejármelas… y por todo lo demás!)