Igual que yo otras mamás blogueras y viciosas de la lectura también se preguntan cómo hacer para que sus hijos descubran el placer que proporcionan los libros. Saborear una buena historia puede hacerse en muchos sitios: en la cama, en un tren, sentada en un banco… son algunos de mis favoritos. Pero al ver las siguientes propuestas me he dado cuenta de que cambiando algunas pequeñas cosas en casa M. tendría un acceso más fácil a sus cuentos y la posibilidad de disfrutarlos más a gusto, sola o acompañada.
Este rincón de lectura tan acogedor y luminoso lo encontré en Green is the new Black. Me gusta la idea de las estanterías casi a ras del suelo y los cojines tan mulliditos que parecen llamarte a gritos.
Meg es mamá de Finn (que nació casi a la vez que M.), diseñadora y autora del blog Sew Liberated. En el pasado se dedicó profesionalmente al mundo de la educación a través del método Montessori (más sobre él aquí) y ha organizado y distribuido su casa según esa filosofía, es decir, mirando el espacio con los ojos de un niño.
Respecto a lugares de lectura para su hijo se ha preocupado especialmente por la accesibilidad de los libros para que el crío pueda elegir el que quiera entre una selección que ella ha colocado ahí previamente y va cambiando cada cierto tiempo. Finn tiene muebles a su medida para sentarse a mirar cuentos, de forma que no siempre necesita la ayuda de un adulto. La autonomía y la capacidad de decisión son algunos de los valores que promueve el método Montessori. En esta sección de su blog es posible ver cómo lo aplica Meg en diferentes habitaciones de la casa.
En la sala, por ejemplo, hay un contenedor de libros hecho a mano y junto a él una mini-mecedora que se puede encontrar aquí.
Si os animáis a hacer el vuestro podéis seguir el tutorial que está aquí.
Junto a librerías un poco más altas ha colocado unos pequeños escalones a los que Finn puede subirse e investigar qué se esconde ahí arriba.
Y ahora demos un paso más. Una gran zancada, más bien. Si sois tan afortunadas como Amanda Blake -superestrella de la blogosfera con SouleMama– y vivís en una casa realmente enooorme podéis hacer como ella y convertir una de las estancias en biblioteca infantil. Sus cuatro hijos están encantados. Quién no lo estaría! Luz, color y espacio a raudales.
Aunque estamos felices con nuestra casa y nos parece gigante en comparación con los 48 metros cuadrados que teníamos en Barcelona, me temo que nosotras no podemos permitirnos ese lujo. Vamos de tanto en tanto a la biblioteca municipal, eso sí. En Ohdeedoh proponen buscar o hacer una bolsa especial para llevar y traer los libros de la biblioteca, con un bolsillo incorporado para meter el carnet y que no se pierda o se olvide. Algo así:
Preciosa. Además sirve para que los peques sepan lo importante que es que esos libros se cuiden de manera especial.
Y si aparte de leer quieren jugar a ser bibliotecarios, este kit será de gran ayuda para gestionar las entradas y salidas de sus cuentos.
Se llama Little Librarian y tiene todo lo que necesitan para etiquetar, organizar y prestar libros. Visto aquí.
Nada más por hoy, feliz lectura!
Read Full Post »